En el Primer Sol, Chalchitlicue desató un gran diluvio para castigar a la humanidad. Solo una pareja, guiada por su evolución y creatividad, logró refugiarse en un ahuehuete. El mundo fue cubierto por lluvias interminables, y los hombres se convirtieron en peces.
En el Segundo Sol, Quetzalcóatl desató poderosos vientos para castigar a la humanidad. Solo una pareja fue salvada. El resto fue arrasado por tornados y convertido en monos.
En el Tercer Sol, los hombres se volvieron ambiciosos y el fuego cayó del cielo. Solo una pareja creativa fue salvada mientras la humanidad ardía y se transformaba en zopilotes.
En el Cuarto Sol, Chicomecóatl secó la tierra fértil y la volvió árida. La humanidad, corrompida por el robo, fue castigada hasta convertirse en polvo.
En el Quinto Sol, los dioses nos dieron una última oportunidad. Solo si escuchamos nuestro corazón y vivimos con creatividad, podremos cumplir el propósito del Teotl.